Los robots humanoides revolucionarán las prácticas dentales con niños
Pedia Roid, así se llama el robot que imita a un niño que han diseñado ingenieros japoneses y que está llamado a revolucionar las prácticas en odontología infantil. Su nombre, Pedia Roid, ya remite a los más pequeños, y vendría a significar ‘comportamiento infantil’.
Porque eso es lo que busca este prodigio de la técnica: reproducir las pautas de comportamiento de un niño, de una niña, en una situación de tanto estrés psicológico como puede ser la visita al dentista. Porque, a pesar de que los tratamientos son cada vez menos invasivos, muchos niños siguen sintiendo auténtico pavor en cuanto se tumban en la silla del dentista.
Un robot que reproduce las reacciones del niño
Por eso, la empresa japonesa Tmsuk se ha volcado en buscar el máximo realismo en su criatura, que reproduce con total fidelidad las principales reacciones de los niños en su visita al dentista, tal como se puede leer al detalle en este artículo.
Pupilas dilatadas, sudores, aumento del riego sanguíneo y la presión arterial, pataletas, movimientos espasmódicos, resistencia, llanto y demás manifestaciones de estrés se manifiestan en este robot con aspecto infantil que puede suponer un gran aliado para los odontólogos en prácticas.
Tal es su realismo que el niño-robot llega incluso a vomitar si se siente especialmente inquieto. Una veracidad que ha provocado reacciones diversas entre los medios de comunicación, tanto como para que el diario sensacionalista ‘The Mirror’ lo tilde de “creepy” u “horripilante”.
Sin embargo, los estudiantes en prácticas que han trabajado con él se han mostrado encantados de contar con una herramienta tan útil en su formación.
Un prototipo de tercera generación para prácticas bucodentales
Uno de los responsables de la división ingenieril de Tmsuk declaraba que los profesionales sanitarios necesitaban experimentar con emergencias médicas en niños, especialmente en situaciones que se pueden complicar con este tipo de pacientes. Poder simular las reacciones de estrés y de resistencia, no siempre predecibles, sería por tanto un elemento clave en el diseño del proyecto.
Un robot que llega ya depurado, fruto de una tercera generación, y que incorpora un panel táctil independiente que permite controlar las funciones corporales de Pedia Roid, tales como estornudar, toser o saltar de la silla.
Practicar con este robot permite desarrollar destrezas en la práctica médica con niños y adelantarse a reacciones aparatosas de difícil gestión. Un aliado para los estudiantes que probablemente llegará a las escuelas de odontología más punteras.
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