A todos, en nuestro día a día, nos falta tiempo para realizar todas las tareas que querríamos. Cuando estamos en el trabajo y llevamos a cabo una tarea, estamos pensando, al mismo tiempo, en la siguiente. Y en casa más de lo mismo.
Por eso, todo lo que nos haga distraernos de esta sucesión de tareas, nos suele molestar bastante. ¿Quién no ha protestado cuando el ordenador necesita reiniciarse tras una actualización?, siempre viene mal perder esos dos minutos, ¡dos minutos!
Por ejemplo, cuando accedemos la página del banco, paramos para atender a un cliente o para comentar algo con un compañero, y al volver al ordenador tenemos que introducir de nuevo las claves de acceso, no nos hace ninguna gracia.
Somos consciente de que es una medida de seguridad elemental, y que si no fuese así podríamos tener problemas, pero la realidad es que nos llega a incomodar.
Máxima seguridad en tu programa de gestión clínica
Con el programa de gestión clínica ocurre lo mismo, hay ordenadores que usan varias personas dentro de la clínica, pero nos fastidia tener que cambiar de usuario cada vez que lo usa alguien distinto. Por no decir, que muchos de esos programas cobran por el número de usuarios dados de alta.
Así que creamos usuarios como “recepción”, “gabinete 1”, etc. De este modo, cuando encendemos el ordenador y abrimos el programa de gestión clínica, introducimos el usuario, y ya está listo para todo el día.
No obstante, después vienen los problemas. Cuando queremos saber quién ha borrado una cita, nunca ha sido nadie. ¿Cuántas veces os ha pasado al cabo del día?
¿Te gustaría tener usuarios ilimitados en un solo Software?
Por otro lado, el nuevo RGPD (Reglamento General de Protección de datos), es muy claro en cuanto al registro que hay que hacer de las acciones de cada usuario. Se trata de que hay que controlar qué usuario ha entrado a qué ficha de paciente y qué ha hecho en ella.
Y por último, y quizá lo más importante, con más frecuencia de la que parece, se dan casos en los que un empleado de la clínica introduce o modifica, fraudulentamente, información económica o extrae información del programa de manera no autorizada por el gerente de la clínica.
No sólo la ley nos obliga a que cada empleado de la clínica tenga su propio usuario, para que el sistema registre todo lo que hace, sino que cada usuario tiene que ser propietario de sus propias claves y poder responsabilizarse de lo realizado en el programa de gestión clínica.
El que cada empleado de la clínica tenga un usuario con el que acceder al programa de gestión clínica de forma única e inequívoca, es igual de importante para el gerente de la clínica como para el empleado. Al primero, le permite controlar lo realizado por cada profesional y estar cubierto frente a un uso fraudulento de la información. Al segundo le permite demostrar que él es inocente, si algún otro compañero decide realizar alguna acción fraudulenta o un uso incorrecto de la información de los pacientes.
Por todo lo anteriormente expuesto, como puede comprobarse, termina saliendo caro tener usuarios genéricos. Por muy cómodo que resulte, y aunque nos ahorremos algunos euros, en muchas ocasiones nos termina saliendo caro.
En este sentido, un programa como Gestiona by Klinikare, nos ayuda mucho. No sólo por el registro de cada acción realizada por los usuarios, sino porque el número de usuarios es ilimitado. De modo que no hay que temer crear tantos usuarios como sean necesarios. Sólo deben estar concienciados, tanto la gerencia como los empleados, de que es lo mejor para todos.
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